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Els meus avis...

Els meus avis...

Historia d’amor dels meus avis

 

 

Ells, eren veïns del poble la Coromina. El meu avi se la mirava quan caminava pel carrer i cada dia li agradava més fins que es va donar conte de que ell la mirava molt i un dia es van trobar sols al carrer. El meu avi li va dir: - Gabriela on vas guapa i la meva àvia es va posar a riure. A partir d’aquell dia i a van agafar més amistat i es veien es freqüentment sols pel carrer. Els diumenges la meva àvia sortia a passejar amb unes amigues i el meu avi aprofitava i es ficava al seu costat. Quan marxaven les amigues ell l’acompanyava fins la porta de casa seva i allà parlaven una estona fins quan ella havia de marxar. Ella li deia que fins  al dijous no podia quedar i quedaven pel dijous llavors el meu avi els dijous sortia a esperar-la i sortien a passejar. Això va durar 6 mesos fins que el meu avi va poder entrar a casa seva. La meva àvia li va presentar a la seva mare ja que el  seu pare feia dos anys que havia mort. Ella tenia dos germans i dues germanes. A partir d’aquell dia, els dijous i els diumenges entrava a casa seva a parlar. Sortien a passejar al cine i al ball acompanyats d’una germana. El meu avi treballava de mecànic, quan acabava sopava i després l’anava a veure-la s’asseien en el menjador  amb un braser als peus i van passaven tantes hores que sempre sonava el gall i llavors el meu avi marxava. Als dos anys de ser parella es van casar, el dia 6  de maig de 1957 el van celebrar a Cardona en el cafè Trobalón amb xocolata, coca i pastissos, tenien uns 60 invitats i van ballar enamorats. A la tarda van marxar de viatge a Barcelona, 8 dies, van visitar gairebé tota la ciutat. Als 13 mesos de casats va néixer el primer fill, Antonio, i als 6 anys Joana. Van celebrar els 50 anys de casats  el 6 de maig de 2007 amb la companyia dels seus fills i nets, tots junts li vam regalar un viatge a Suïssa de 8 dies… encara estan enamorats…

Un Artista

Un Artista

Que  queda de  aquellos días de ilusión

Que fue del amor y la pasión

Que unión tan fina teníamos tú y yo

Que un verano nos separó

 

Tú fuiste mi maestro por aquí

Bien me hiciste,  porque mucho aprendí

Hora tras  hora de soñar y programar

Algo que nunca llegó a pasar

 

 

Una imagen y otras te quise dar

Solo fueron para ti

Nadie las disfrutará  jamás

Una única experiencia,  de verdad

 

 

Días  de estudio y oración

Mi adrenalina salía por mis uñas

No podía aguantar más

Tenia que probar

El billete del amor

Alguien  lo robó

 

 

Se echan en falta esos minutos

Siempre quedarán en mí

http://www.artistasdelgremio.blogspot.com/

http://www.youtube.com/watch?v=b2r1Mo8eyC8

 

Superman

Superman

Superman: Pasa volando y después se va.

Deja una huella ... ¿dónde estará?

Un juego que un niño nunca olvidará.

Como bien dice la letra de la canción: esto se acabó!!!

Queda una canción: GaRrIpO

Una emoción: ReVoLuCiÓn.

Al filo del  final    (hablando por ti)

 

Miedo, tengo miedo

Miedo a contestar

Miedo a k vea  mi carita

Miedo a eliminar

Y así hago, y así la tengo

En la vitrina de cristal

Por si algo de esa persona

Algún día puedo sacar

 

 

Ueeeeeeehhhhhhh…. y yo digoooooo

Tengo pocos pero selectos

Hay alguno  k  se porqué

Voy aguantando

Pero no entiendo

Como no lo  eliminé

 

 

Miedo a k me partan el alma

Aquella  experiencia se me clavó

Líneas de dudas flotando en mi hiel

Vientos de lluvia  no me dejan ver

Se que ella  me quiere escuchar

Yo no puedo dejarla entrar

Bajo el borde de mi puerta se quedó

Ciegas  palabras  escritas para olvidar

 

 

Ueeeeeeehhhhhhh…. y yo digoooooo

Tengo pocos pero selectos

Hay alguno  k  se porqué

Voy aguantando

Pero no entiendo

Como no lo  eliminé

http://www.youtube.com/watch?v=wBWNYBi0e0U (al cantar)

 

 

 

 

 

 

 

Un Relato

Me llamo Gabriel, mi color es el rojo.

 

Me llamo Angellus, mi color es el negro.

 

Me llamo Joana, mi color es el azul.

 

Me llamo Juan Manuel, mi color es el verde.

 

Me llamo Maria, mi color es el morado.

 

Me llamo Daniel, mi color es el fucsia.

 

Me llamo Noelia, mi color es el gris.

 

Me llamo Cristina, mi color es el violeta.

 

Maldito amor: Capitulo uno.

 

Te odio maldito amor,

abandona mi cuerpo,

desaloja mi gris alma,

me creas heridas,

heridas que sangran,

la sangre se derrama,

en el suelo dibuja

del sufrimiento su mapa.

 

Miraba a un lado del frió suelo, el cansancio se había apoderado de su vida, no sabía porque tenía que sentir ese amor prohibido, era demasiado duro, aunque intentaba ahogarlo siempre salia a la superficie, sentía que no podía mover su cuerpo, tenía que guardar el secreto, no habría persona que pudiera darle consejo, dudaba de conocer a nadie en su posición, miro por la ventana aun sabiendo que aumentaría aquella lujuria que intentaba calmar, una chica andaba con paso decidido mirando al frente, su cuerpo era perfecto, toda su figura era delgada y esbelta, su pecho no era pequeño pero tan poco era demasiado grande, sus piernas eran delgadas y largas, su frente pequeña, sus ojos de gato eran grandes y azules, sus labios eran carnosos creando el impulso a ser besados.

Se apoyo en el marco de la ventana para ver mejor con cuidado de que la joven ni ningún vecino se diera cuenta de como sus ojos miraban aquella chica por miedo a la criticas, a ser tratado como un ser despreciable.

Pudo observar como se alejaba su vecina calle arriba, se dejo caer en la cama de forma pesada sintiendo como el colchón hacía botar su cuerpo, cerro los ojos, respiro profundo dejando después que se escapara un ligero soplido entre sus labios, empezó a rezar un padre nuestro, no es que fuera una persona muy devota, es que necesitaba creer en algo, la verdad es que “debería ir más a misa” pensó criticándose a si misma una vez termino con sus oraciones.

Cuando termino se sentía algo mejor, pero no lo suficiente, cerro los parpados y deseo que aquel maldito amor desapareciera de su cuerpo ¿Por qué tenía que haber nacido encerrada en el cuerpo de una mujer? ¿Por que no podía ser un hombre? Abrazo su almohada, la rodeo con las dos piernas, cerro los ojos y se sorprendió preguntándose como sería su perfume.

Por que siempre el mismo lugar? La misma cama a donde llegar del mismo sofá? Salía a caminar y volvía a subir a su piso y cada vez que atravesaba el misterio insondable de la maldita sociedad como se supone que debe ser, perfecta, heteromental... Desde pequeña sus padres le habían inculcado lo que una perfecta damisela debe ser ... hacer, decir, pensar ... Toda una creyente que cada domingo como una santa devota concurría a la Iglesia ... ¿ para que ? La adolescencia la golpeó con una tonelada de realidades, de cuestiones sobre lo que debía ser y no era, o lo que no debía ser y sin embargo lograba existir ... Entonces fue cuando se dio cuenta de que no todo es lo que parece y, al contrario de lo que decía su madre, algunos gatos tienen de hecho cinco patas ...

El mismo sofá le hablaba desde la sala, le gritaba, le indicaba lo que si, y lo que no ... ¿ acaso era parte de su mundillo ? De aquello que había dejado atrás, su casa, su Iglesia y su educación ... No, era sólo un sofá que pretendía servirle de comodidad mientras otra vez la pudiera ver ... Su vecina se acercaba otra vez a la acera; correteaba desde enfrente chapoteando, envuelta en su impermeable ... El agua recorría cada una de sus formas y las realzaba casi sin quererlo; se veía completamente sexy e inocente a sus ojos ... permitiendo que su lacerante mirada recorra cada una de sus curvas, cada vuelta de hoja ... Y otra vez la cama, y el sofá en la sala y otra vez salir a mojarse sólo para verla ... y otra vez el mundo gritando que aquello estaba mal ... EL MUNDO UN CUERNO !! ... Mal a juicio de quien ? ... Maldito amor, si, pero no mudo, ni sordo ... Aquella tarde sería la tarde ... Sólo tenía que armarse de coraje, nada más ... Sólo eso.

Al fin y al cabo que tenía que perder?

Mientras, en la cocina, una señora con apariencia cansada fregaba toda una serie de utensilios, cubiertos y cacharros que se amontonaban en la pica.  Todos presentaban colores diversos que reflejaban restos de comida  y otros desperdicios que al parecer hacia rato que estaban.

Una voz de hombre profunda y seca entró en la cocina reclamando sin más unos papeles que el hombre guardo unos meses atrás en un cajón de la mesita situada en la salita, donde se guardaban la mayoría de papeles  y  facturas. Atemorizada, la mujer dejó inmediatamente los cacharros, se secó las manos y se dirigió hacia el cajón de la sala. Con un solo golpe de vista, enseguida vio el documento que buscaba, alargó la mano y se lo plantó frente a sus ojos sin decir ni una palabra. Antes de volver a la cocina echó un vistazo en una de las dos  habitaciones que disponía el piso. Dio dos toques  a la puerta que estaba prácticamente cerrada, ninguna voz parecía contestar, no se apreciaba  movimiento alguno, decidió entrar, sus ojos repasaron cada rincón de la habitación hasta llegar a la cama donde estaba tumbada su hija. 

-La cena se te va ha enfriar-Le dijo.

Sandra  desde su habitación le contesto:

-Ya bajo, estoy arreglando mi habitación.

Mario estaba sentado en un sofá de la sala leyendo unas facturas, de repente se levanto enfadado con una factura en la mano, era del móvil de la madre, fue a la cocina donde estaba Lorena fregando los platos y le dijo.

-Mira, esta factura de tu móvil...¿Pues sabes que? ¡O la pagas tú con tu dinero o te las vas a comer!

Lorena, asustada, intentó huir a la sala, pero Mario la cogió del brazo y la tiró al suelo, Sandra bajaba a comerse la cena cuando vio a su madre en el suelo llorando y a su padre pegándola con una risa malvada, Sandra corrió a separarlos, cogió a Mario y se lo llevo al salón mientras su madre se levantaba llorando del suelo de la cocina. Sandra gritándole un poco a su padre por lo que había hecho le dijo.

-¿Tu crees por que la factura sea cara tienes que tratar así a mama? La factura se puede pagar y no pasa nada.

El padre, después de lo que le había dicho su hija se levanto del sofá se le quedó mirando y después se fue a su habitación, Sandra fue a tranquilizar a su madre.

Sofia se había prometido muchas cosas desde la muerte de su padre, una de ellas era que siempre iría a ver su tumba en la fecha de su muerte, en la fecha en que él cumplía años y los martes que fueran trece dado que su padre solía ir a ver la tumba de su esposa esos días.

Todo era realmente raro, cuando ella tenía 14 años sus padres se habían separado, su hermano y ella tuvieron la suerte de que ambos llegaron a un acuerdo en cuanto a la custodia sin llegar a discutir, los dos se habían propuesto que su divorcio fuera lo menos doloroso para sus hijos, su padre se había casado de nuevo dos años después del divorcio, al principio le pareció injusto pero no dijo nada, su hermano se lo tomo bastante mejor aunque ninguno de los dos llamaron “madre” a su madrastra nunca, para ellos era Julia, la novia de su padre, su verdadera madre murió un año después de que su padre se casara, su hermano Carlos se puso a su lado, ambos miraron la lapida de su padre.

-Ya han pasado dos años desde la muerte de papa y tres desde la muerte de mama-Anuncio Carlos.

-¿Como esta Julia?

-Sigue con depresiones.

Los dos salieron del cementerio, Sofia había dejado de vivir con Julia y su hermano al cumplir los 18 años pero su hermano un año menor aunque había cumplido los 18 apenas unos meses atrás seguí viviendo con ella por miedo a que intentara quitarse la vida por cuarta vez.

-Siento mucho el que os dejara solos a los dos pero no podía aguantar más.

-Lo sé, ella nunca te a gustado.

Sofia no dijo nada, se quito un mechón rubio de la cara, Carlos se puso enfrente de ella y le cogió una mano.

-No te culpo de nada, se que solo querías que papa fuera feliz y que por eso nunca dijiste nada, incluso después de muerto demuestras estar preocupado por Julia.

Sofia aparto despacio su mano de las de su hermano, suspiro ligeramente antes de responder.

-Soy un desastre, tengo 19 años, no tengo un trabajo estable y encima soy incapaz de cuidar de mi hermano y solo hago que te preocupes por mi.

-Tu no eres ningún desastre, todo esto es demasiado duro y por eso tardas tanto en reponerte pero puedes hablar conmigo cuando quieras.

-La verdad es que ahora necesito estar sola.

Su hermano le dio dos besos, la abrazo y se alejo, ella fue caminando por las calles, una chica se le acerco, parecía muy avergonzada, cuando estuvo cerca se dio cuenta de que era una de sus vecinas.

-Hola, me llamo Sandra, soy tu vecina, la que vive justo abajo.

-Hola.

-Oye, se que esto te sonara raro pero... ¿Te importa si paseamos juntas?

Miro a la chica de pelo negro y ojos verdes claro un momento, hace apenas unos minutos había pedido a su hermano que le dejara a solar y ahora una vecina le pedía dar una vuelta.

-La verdad es que...-Se paro al darse cuenta de que la chica parecía que sus palabras la estaban deprimiendo-Lo siento, pero hoy no es un buen día para hablar.

-Entiendo, no quería molestarte, perdóname.

-No es eso-Suspiro-Hoy hace dos años que murió mi padre.

-Lo siento.

-Tu no tienes culpa de nada.

-¿Quieres hablar?

-La verdad es que me apetecería estar sola.

Sandra pareció muy abatida, antes de que se alejara Sofia se lo impidió agarrándola del brazo, algo le impedía dejar que se marchara así, en cierto modo tenía ganas de hablar con alguien pero no quería tener que aguantar a nadie.

-Siento haber sido tan brusca contigo, vallamos a dar una vuelta.

-Tu necesitas estar sola, yo no te quiero molestar.

-No seas tonta no molestas.

Empezaron andar las dos juntas, de repente Sofia no pudo aguantar más abrazo fuerte a Sandra y empezó a llorar en su hombro, Sandra la abrazo sintiendo su aroma por primera vez, puso una mano en su cabeza y otra en su espalda acariciándola despacio, cuando Sofia paro parecía muy avergonzada.

-Nunca me había comportado así, tienes que pensar que soy una estúpida.

-No, claro que no.

-Ponerme a llorar de esta forma-Dijo sin hacer caso a Sandra.

-Todos tenemos malos momentos no hay que avergonzarse de ellos.

Le limpio las lagrimas con la mano, Sofia la miro asombrada, quitando a su familia nunca nadie se había preocupado por ella.

            -¿Ya te encuentras mejor?

            -Si ¿Te puedo pedir un favor?

            -Claro di.

            -Quédate esta noche en mi casa.

            -No puede ser hoy, lo siento……. Yo quisiera pero es imposible hoy.

            Las dos vecinas se fueron separando poco a poco, esta noche de luna creciente no es para pasarla juntas, algo pasaría que no se podría asimilar por alguna parte. Mejor despacito, aunque el deseo sea profundo. La necesidad de pensar fluyó por la mente de Sandra.

De retorno a casa, la misma imagen que siempre había visto desde hace un tiempo: la cocina, la salita con la televisión enchufada a todas horas, programas insignificantes para ella que no entendía como otras personas podían soportar, las mismas cortinas colgadas desde hace siglos en las mismas ventanas, y lo peor…. La misma rutina que había visto practicar a dos seres queridos en su casa: su padre y su madre.

Sin pensar empezaron a pasear imágenes lejanas de vivencias que habían sucedido en su infancia. Sentimientos indefinidos se paseaban por su mente, no podía identificar si eran sentimientos de amor o realmente eran sentimientos de odio.

Recordaba, cuando tenia cinco añitos la aparente felicidad que se respiraba en su hogar. A primera vista una familia feliz: un padre, una madre y una hija. Una niña preciosa, simpática, graciosa, juguetona; era la alegría del barrio,  con sus peinados, con sus vestidos, llamaba la atención a cualquier viandante que pasaba por allí.

Largos paseos con su padre, largas horas de amor y compañía; una niña con ganas de jugar, empezar a compartir con otros niños de su edad sus juguetes, sus alegrías. Pero no era así, no conocía otro mundo, solo el amor de su padre y de su madre. Protegida de todos los peligros habidos y por haber, no expuesta a ningún riesgo, impecable, perfecta, el ejemplo de hija que cualquiera quisiera tener. Educada, siempre actuando de la manera más ideal posible, ni una mancha en el vestido recién estrenado,  ni una contestación,  ni un lloro fuera de lo habitual.

Sentimientos confusos que en su habitación sucedían, su padre proponía juegos, en principio parecían muy divertidos, una oferta muy especial que  una niña siempre quisiera: jugar con su papi. El juego al paso de los minutos, extrañaba, unas reglas que una niña de cinco años no era capaz de entender, pero por satisfacer a su padre cumplía   pero sin comprender.

-        Cuanto me quiere mi padre! ¡Que feliz soy! , pero  ¿me querrá mas que a mi madre?...... eran preguntas que una niña se hacia en su alcoba cuando, a media noche le daban las buenas noches.

-        Cariño mañana seguimos jugando, le comentaba su padre acariciándola.

 

……GOOOOOOL  una voz que provenía de la salita se oyó, seguida de una serie de palabrotas y demás. Sandra se levantó de la cama  sobresaltada, miró al teléfono y pensó en hacer una llamada.

            Sin saber muy bien lo que hacia, descolgó el teléfono, marco el número y espero a ver si la respondía. Al segundo tono una voz más despierta de lo que cabía esperar a esas horas respondió.

            -¿Sí?

            -Sofia, soy Sandra. Siento llamarte a estas horas.

            -No te preocupes, estaba despierta ¿Pasa algo?

            -No, simplemente me he despertado y he sentido la necesidad de llamarte y preguntarte si sigues queríendo que pase la noche contigo.

            -Si claro, sube.

            Sandra colgó el teléfono y sintió un estremecimiento por todo su cuerpo, le temblaban las manos y no sabía muy bien lo que estaba haciendo, pero decidió seguir adelante con lo que la dictaba su corazón en vez de hacer caso de lo que le decía su cabeza. Subió las escaleras y tocó el timbre. Sofia la abrió la puerta y la indico que la siguiera hacia el salón, la invitó a sentarse y la ofreció una copa de vino que ya tenia preparada.

            Pasaron la noche contándose sus vidas, a ratos riendo y a ratos llorando, y cuando por fin llegó el amanecer, las descubrió abrazadas y dormidas en la cama de Sofia.

            Sandra miraba al vació con su cabeza apoyada en el pecho de Sofia, podía escuchar su corazón latir, le tranquilizaba, cerro los ojos para poder percibir mejor el sonido.

            Intento memorizar el motivo de que estuvieran así, Sofia le acababa de contar el divorcio de su padre y como había muerto al ser atropellado por un coche el día que salia a correr, ella le había contado la actitud que tenía su padre con su madre, no le podía hablar de lo que le hizo de niña, eso era demasiado feo, tendría que guardarlo bien dentro, jamas lo sacaría lagrima le recorrió la mejilla, sintió como un dedo le limpiaba la mejilla, al abrir los ojos vio que Sandra la estaba mirando.

            -¿Por qué lloras?

            -No es nada.

            Ella la abrazo con fuerza, le dio un beso en la cabeza, se quedaron calladas, empezó a llover, Sandra escucho un relámpago y sin darse cuenta abrazo con fuerza a Sofia.

            -Solo es una tormenta-Sofia se separo un poco a Sandra, se colo al mismo nivel que ella y paso sus manos por su cintura, la atrajo hacía ella apretando con sus brazos de forma ligera-No pasa nada.

            -Se que soy un tonta por asustarme pero desde siempre me a dado miedo las tormentas.

            -No hay nada malo en tener miedo, es normal.

            -Pero no de una tormenta.

            -Cierra los ojos.

            Sandra dudo pero hizo lo que hecha decía, Sofia se acerco hasta poner su boca en su oído y entre susurros le empezó a cantar.

 

Si el miedo se pega
dentro de tu alma,

si la duda plantara

en tu piel semillas,

recuerda mis labios

que te hablaran

del mi puro amor,

que mi mirada busca

un lugar tranquilo

donde las dos podemos

cerrar nuestros ojos,

donde podamos volar.

Eres un hermoso sueño,

espero partir tus pesadillas,

que el día no te desespere

que no te oscurezca la noche,

que si el viento te toca

no te robe la alegría.

 

            En ese instante la lluvia dejo de llover, Sandra abrazo con fuerza a Sofia y siguió escuchando como ella cantaba de forma lenta y pausada.

 

Pues el paraíso empieza

donde nacen tus palabras.

Por que en infierno

renace donde terminan,

en una esquina olvidas,

y con ellas mi miedo.

 

            Cuando termino de cantar Sandra la miro a los ojos, ella le estaba sonriendo, Sofia le acaricio la mejilla.

            -¿Ya se te paso el miedo?

            -Sí ¿Te as inventado esa canción sobre la marcha?

            -¿Te gusta?

            -Sí, mucho.

            Se levanto, busco algo con que escribir, Sofia se puso a su lado, entre las dos consiguieron escribir la canción.

            -Es preciosa.

            -Le faltan muchos retoques, la rima es muy inestable.

            -A mi me gusta.

            Alguien llamo a la puerta, Sofia apoyo su mano derecha en el mentón de Sandra, acerco sus labios, ambas cerraros los ojos, los labios se unieron, se abrazaron hasta que sus cuerpos se unieron, volvieron a llamar a la puerta, esta vez sonó dos timbrazos cortos, uno largo y otros dos cortos.

            Se separaron, Sofia suspiro, sabía perfectamente quien era, solo esperaba que no estuviera Julia con él.

            -Lo siento, tengo que ir abrir.

            Se visto todo lo rápido que pudo, cerro la puerta dejando en la habitación solo a Sandra, cuando estuvo delante de la puerta abrió, su hermano estaba de brazos cruzados esperando.

            -¿Paso algo? Has tardado mucho en abrir.

            -Bueno, es que...-Quería decirle que estaba acompañada pero su hermano no sabía de sus gustos y no creía que aquel fuera a ser el mejor sitió para explicarlo “más adelante” se dijo-La verdad es que tengo un poco de sueño.

            -Quería saber si estabas bien, la otra vez que nos vimos estabas muy alicaída, me quede algo preocupado, te llame al móvil pero lo tenías apagado y el numero del teléfono de tu casa no se donde lo puse.

            -Siento que te preocuparas, estoy bien de verdad.

            En ese momento alguien bajaba las escaleras, Sofia pudo saber de quien se trataba dado que lo había visto en más de una ocasión subir las escaletas sin que la saludara pero esta vez se dirigía a donde estaba su hermana y ella.

            -¿As visto a mi hija?

            Sofia se puso algo nerviosa pero siguió totalmente erguida, su hermano al ver como actuaba se puso a su lado.

            -Aquí no esta tu hija.

            -Se que ha pasado la noche fuera, su madre esta muy preocupada.

            -Lo siento por su madre pero ella no esta aquí.

            -Conozco a mi hermana si dice que no esta aquí es que no esta-Dijo algo molesto Carlos.

            El hombre miro a ambos hermanos con mala cara, absorbido el aire por la nariz en un ruido desagradable y salio a la calle.

            Carlos y Sofia entron en la casa, ella cerro la puerta, le pidió a su hermano que esperara un momento, entro en su habitación, la ventana que daba a la terraza estaba abierta, miro al frente, no podía creerlo, volvió a donde estaba su hermano.

            -Lo siento pero tengo que salir, será mejor que vuelvas a casa.

            -¿Pasa algo?

            -No-Sofia pensó en el parque que se veía desde su cuarto-No paso nada pero es que mejor que te vallas.

            -Pareces nerviosa.

            -No lo estoy, solo vete a casa.

            Sandra salio a caminar a meditar un poco, necesitaba respirar, sentir el aire que rozaba su rostro, era aquel invierno que azotaba la ciudad, las hojas volaban con libertad, las aves cantaban en el majestuoso día, se acerco a un parque, el suelo estaba lleno de hojas, a lo lejos diviso a un anciano sentado cual hombre esperando ha alguien, se le acerco lentamente observándole de pies a cabeza, era canoso y las arrugas denotaban los pasos del tiempo, agarrando un bastón el cual le servia de guía por los caminos, se sentó a su lado y con voz dulce que salía de los labios de Sandra lo saludo más el anciano voltio a verla sonriendo le contesto comenzaron a conversar con ella, Sandra imaginaba todas las historias del anciano que algún día tuvo en la vida.

            Mientras Sofia preocupada por su desaparición fue en busca de ella, se acordó que aquel parque en la que alguna vez jugo, al llegar la encontró sentada ahí, sola como si para ella el mundo se hubiera detenido, era tanto la imagen de aquella foto en blanco y negro, se acerco.

            -¿Sandra que haces aquí?

            -Sofia lo siento, necesitaba caminar, pero cuéntame como sientes.

            -No te preocupes-Sofia le tomo de la mano, era tan suave como un dulce de algodón, el viento alborotaba su cabello, su mirada se perdía por algún lugar, Sofia necesitaba abrazarla, un abrazo que significaba “nada te para”, “estoy aquí”, acaricio su rostro, era tan bella, el anciano sentía que hablan en un idioma que no comprendía, era tan solo palabras de Sandra, apretó fuertemente la mano de Sofia se levantaron y caminaron, los zapatos esparcían las hojas que caían lentamente al suelo, el sol se iba ocultando como tapando a la ciudad de las sabanas de la noche era como empezar de nuevo simplemente.

            “Me enlace en el mundo de los sueños” pensó Sandra “ahí echada entra las almohadas suspiraba profundo para la mañana siguiente, los rayos de sol entraron como tocándome, mi mente estaba para ella, amada que los cielos se han testigo de mi amor que los vientos me empujen hasta tus brazos que las aguas humedezcan tus labios con los míos, doy un suspiro tan fuerte, era aquellos  días que cuando una persona fuera a despedirse no se a donde pero sentí que así pasaron los días las semanas, los meses, nunca pensé en la mañana, entre nosotras aquel día llego y Sofia tenía que viajar tanto para ella, el decirle era tan difícil como si alguien apretara la garganta, con fuerzas sentía un nudo tan fuerte que la voz se le quebraba” Sandra se imaginaba lo que decía la mirada de ella, se quedo tan solo ahí parada, fría, su mente divagaba los recuerdos se hundían como en arenas movedizas, el mundo para ella quedo impregnada en una foto, solo acogió a abrasarla fuerte como tratar de entrar en ella, se quedo tan solo ahí parada, fría, su mente divagaba los recuerdos se hundían como en arenas movedizas, el mundo para ella quedo impregnada en una foto, solo acogió a abrazarla fuerte como tratar de entrar en ella, sus mejillas húmedas de las lagrimas corría la pintura de sus ojos como una herida de sangre, no importaba eso más no la dejaría se abrasara hay por un rato que parecía, eran dueñas del tiempo, solo el tiempo los iba a juntar “solo me quede preguntarle a la noche que comprende mis tristezas y también mi soledad dile a las estrellas que no es tiempo que mi amada se marcho recuerdo me dejo y no puedo olvidadla como aquella mañana que al mirarme sonreíste y mi vida se alegro ahora en mi soledad solo me acompaña un lápuz y un papel” fue lo que pensó Sofia.

 

Capítulo 2.

 

            Temprano por la mañana sonó el teléfono. Sofía saltó de la cama con un gesto brusco, no era habitual escuchar el teléfono  a esas horas.

            Sandra se la quedó mirando fijamente, algo en su corazón le hizo sospechar que no era una noticia agradable. Efectivamente, mientras iba transcurriendo la conversación, la cara de Sofía se iba trasformando, iba cambiando aceleradamente su rostro, manifestando terror, desesperación… Sandra rápidamente se acercó a ella, la envolvió con sus brazos por la espalda, mientras podía ir captando algo de la conversación. 

            Sofía soltó por un instante el teléfono para decir a Sandra: “Es Carlos….”

Efectivamente, era Carlos que hundido en la incertidumbre hablaba con la voz rota por el llanto.

Cuando Carlos se dirigió a su casa después de visitar a su hermana se encontró lo que muchas veces había temido. ¡Julia tenia que estar allí!,  pero un silencio majestuoso envolvía toda la casa.  Fue avanzando hasta su habitación y se encontró lo más terrible, lo peor que podía pasar. ¡El fin!, Julia había puesto fin a su vida, yacía en el suelo envuelta entre botes de pastillas, alcohol y otros estupefacientes que habitualmente consumía en pequeñas cantidades recetados por su médico de cabecera. Se pasó todo el día haciendo las gestiones correspondientes, todo  lo hizo él solo, no quiso molestar a su hermana, en el fondo se sentía responsable, pensó que Sofía no se merecía pasar por esa situación tan desagradable.

-¿Por qué no me has llamado antes? Dijo Sofía.

-El funeral es mañana a las 10 contestó.

            Sofía había pensado viajar durante una temporada, le habían ofrecido un trabajo en una ciudad lejana que parecía estar muy bien para completar  su currículum. Ya no podía irse, no estaba dispuesta a dejar a su hermano solo, así que pensó en decirle que se trasladara unos días a vivir con ella.

-Te acompañaré al funeral, dijo Sandra-Sofía pensó que era mejor que no.

-No te preocupes, prefiero ir yo sola, estar con mi hermano en estos momentos tan difíciles.

            A las dos de la tarde Sofía acompañaba a Carlos a su casa para recoger algunas cosas de ropa y demás. Fue rápido, no podían estar mucho tiempo allí dentro, el agobio, la rabia y la impotencia se apoderaban de ellos.

-¡Por fin,  se acabó todo! ¡No podía más!-Dijo Carlos ya en casa de su hermana.

            Caía  ya el anochecer cuando llamaron a la puerta.

-¡Ya iré yo!, comentó Carlos, levantándose rápidamente del sofá.

            Sus ojos se quedaron perplejos al ver tal belleza, su mirada se clavó en la mirada de la chica que apareció detrás de la puerta, se quedó sin palabras. Fueron unos segundos maravillosos, inexplicables, se olvidó de todo el calvario por unos momentos. El encuentro fue mutuo, la sensación de bienestar, que por un instante fue infinita,  también.

-¡Hola! Soy Sandra ¿Está Sofía? Soy su amiga.

-¡Hola  soy Carlos! su hermano, pasa por favor.

            Después de las presentaciones, el pésame y las explicaciones del suceso, los tres juntos se refugiaron en un largo abrazo.

            Sandra no podía creerse lo que le estaba pasando, una corriente eléctrica se paseaba por todo su cuerpo cuando se unieron los tres.

    Mientras Sandra y Sofía vivían un sueño que por lo menos una de ellas jamás habría imaginado vivir, los padres de la joven andaban estremadamente preocupados por su pequeña y en especial el padre, que ya tenía su propia teoría fabricada en su cabeza.

    Mario, después de la conversación con su vecina, la cual afirmaba que no había visto a Sandra, cambió sus planes y  corrió a su piso para encontrarse con su mujer. La pobre estaba desolada pensando dónde podría estar su querida hija. Ella no era así. Nunca se había escapado de casa y ni ella ni su marido la habían dado motivos para hacer semejante locura.

    Lorena estaba sentada en la cama de su hija cuando su marido entró, muy nervioso.

    - ¡Está con ella! - dijo grtiando - Ya sabía yo que no era buena chica la vecinita, tan joven y viviendo sola ... sabía que algún día traería problemas a esta casa.

    Lorena no entendía de que estaba hablando su esposo.

    - ¡Está con ella y con el otro! ¿cómo se llama? el chico que a veces viene a visitarla ... ah, ya, Carlos ... parecía buen muchacho pero entre los dos la han convencido para fugarse, seguro que la utilizarán para sacar dinero de algún modo turbio. Lo que yo te diga. - seguía gritándole a su mujer, la cual no paraba de llorar tirada en la cama.

    - Todo esto es por tu culpa, seguro que es por tu culpa - se animó por fin a decir Lorena. - Si la hubieses criado mejor, haciéndola más caso... ahora no estaríamos en estas circunstancias.

     La pobre no sabía la repercución que traerían sus palabras.

     Un instante después Mario se abalanzó sobre ella y la propinó una buena paliza, o mejor dicho, como solía decir él, le dio lo único que se merecía, un escarmiento por sus palabras. Llevaba escarmentado por su modo de hablar desde que Sandra era pequeña. Por desgracia, era la cruz con la que le había tocado vivir.

     Cuando finalizó semejante espectáculo, el gran hombre salió del cuarto y de la casa; se disponía a encontrar a su hija y a alejarla de tan mala influencia antes de que fuera demasiado tarde. Pensaba que la policía no podría hacer nada, o más concretamente, no haría nada por ayudar a una familia de obreros como ellos.

    No sabía a donde dirigirse y en ese momento se le pasó por la cabeza un sitio donde iba todo el mundo. Muy vulgar él hasta en la forma de pensar. ¡El parque!

Una puerta se cerró a sus espaldas, un viento frío le recorrió la columna hasta llegar a su nuca…todos los pelos de su piel se alzaron al unísono como si de una danza infernal se tratase… Se tocó el rostro, lo tenía aún caliente, sintió un fuerte escozor y seguidamente se miró las manos, como si nunca antes se las hubiese visto…sus rodillas se clavaron en el suelo y rompió a llorar…

 

Las palabras en su cabeza resonaban una y otra vez: ¨ ¡No volverás a ver a esa chica! ¨…¨ ¡No volverás a ver a esa chica! ¨…; aquellas palabras se clavaban como puñales en su interior…aquello le había dolido más que la bofetada que le propinó su padre nada más llegar a casa…

Pero incluso ella misma se preguntó: ¿la quiero volver a ver?...se sentía confusa, muda…recordando cada palabra, cada gesto, cada mirada…no dejaba de pensar en lo ocurrido pero sobre todo no dejaba de pensar en ella… Pero tenía miedo, mucho miedo…

Sonó el teléfono. Sandra levantó la cabeza, abrió los ojos por primera vez y como si de un zombi se tratase se acercó al teléfono, sus manos temblaban…sus ojos centelleaban en la oscuridad…al otro lado de la línea una voz de hombre la llamó:

          -¿Sandra?, ¿eres tú?

-¿Quién eres?-Se le notaba en el timbre que tenía la voz tomada por llorar.

-¿Estas acatarrada?

Sus ojos casi se le salieron de las orbitas, no podía ser, él estaba en Londres, hacia ya muchos años ¿Cuántos? Quizá cinco años, ella aun era una cría.

-¿Federico?

-Hacia tanto que no me llamaban así que se me había olvidado cuanto lo detesto, ahora todos me llaman Void o Toxic Void.

-¿Vacio toxico?

-Me lo puso un amigo, no preguntes.

-Hacia mucho no sabía nada sobre ti, podrías haber llamado antes o enviar alguna carta.

-Llame alguna vez ¿No te lo dijo nada mama?               

 -Yo…-No podía creer que su propia madre se lo hubiera.

-Bueno de todos modos dentro de poco sabrás sobre mí.

-¿Qué quieres decir?

-Pues que voy a ir a veros.

-Pero sabes que…

La llamada se cortó, detestaba todo aquello, miro por el pasillo para ver si veía a alguien, la luz del salón estaba encendida, se acerco con cautela y vio a su padre dormido con la tele encendida, en la cocina donde estaba el teléfono estaba solo ella, se acerco despacio a la habitación de sus padres, la puerta estaba medio abierta, intento observar más adentro, su madre estaba en la cama, dormida, tenía el maquillaje corrido por haber llorado, volvió a su cuarto pensando en llamar a Sofía, su padre la había arrastrado desde el parque haciéndola daño en un brazo y cuando Sofía intento evitarlo su padre hizo que se cayera al suelo de una bofetada, por suerte Carlos no estaba allí.

                Sonó el timbre, se pregunto si podría ser Fede, salió rápido de la habitación con el corazón en la boca, cruzo el pasillo a punto de caerse y abrió la puerta, al ver quien era sin dudarlo la abrazo con fuerza a ella y empezó a llorar desconsolada en su hombro.

-¿Estás bien?-Le pregunto Sofía.

-Perdona, no pensé que mi padre le daría por ir a buscarme, soy una tonta por…

-Lo importante es que estas bien-Ambas se abrazaron, Sandra no quería que aquello terminara nunca pero sabía que tendría que dejarla, se separaron-Te vienes conmigo.

-¿Qué quieres decir?

-Pues que…

-¿Fede?-La interrumpió.

Sofía se dio la vuelta y vio a un chico alto, tenía un gorro negro, una camisa de redes, cazadora de cuero con varias chapas, una de ellas tenía una extraña A con un rayo que la atravesaba por la parte de abajo y rodeada por un circulo, sus pantalones eran ajustados y unas enormes botas que no supo si tenían puntas de acero pero lo que sí que supo es que un puntapié con ella no harían cosquillas.

-Buenas hermanita, tú te vienes conmigo.

 

 

 

 

Los Suaves

Los Suaves

 


 Jona el meu veí de Sant Andreu de la Barca.

 

 

 

 

 

 

http://www.fotolog.com/los__suaves

http://www.fotolog.com/jonaelpatan/32801239

 

Així els vaig conèixer jo

 

http://www.lastfm.es/music/Los+Suaves/+videos/+1-eBxzJ8GAxkU

 

Per esoltarlos:  http://www.lastfm.es/listen/artist/Los%2BSuaves/similarartists

 

Hard Rock Virtual

 

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dscn1948-medium.JPG

 

 

 

 

La canción no es muy hard  pero el ser si,

antes era virtual , ahora és real

Tengo un ser

Tengo un ser

Tengo un ser

Muy virtual

 

Abro la ventana

Y  no está

Abro la ventana

Y allí está

 

Cantamos, escribimos

Leemos y reímos

Cantamos, escribimos

Leemos y reímos

 

Quien será?

Quien será?

No es real

Es un ser muy virtual

 

Sueño por la noche

Parece que es real

Luego por el día

Todo continúa igual

 

Cantamos, escuchamos

Hablamos y reímos

Cantamos, escuchamos

Hablamos y reímos

 

Para hacerle una visita

 http://www.myspace.com/miguellmartin

 

Para saber más

http://www.rafabasa.com/index2.php

  

Una inspiración

Los putos sentidos 

 

Me encantaría sentir un día,

Que respiro tu aroma

Que en el espejo está mi alma

Y con  la mirada, tus palabras 

 

Me encantaría sentir un día

Que escucho tu canción

Que el sabor amargo no existe

Mientras mis manos, te escriben 

 

Pero no!!!!Pero no!!!

Pero no!La cruda,  la ácida,  aquí están!

Han llegado a saludarnos,

Despierta ya!

Han llegado a visitarnos,

No flipes más! 

 

Que difícil es la realidad

Que bien me siento al imaginar

Que cosas tiene la vida!!!

Muchas veces, para alucinar 

 

Pero si!!!!Pero si!!! Pero si!

El placer,  el querer,  aquí están!

Han llegado a saludarnos,

Despierta ya!Han llegado a visitarnos 

Me encantaría sentir un día, que respiro tu aroma,

Que escucho tu canción. 

Quan al matí em desperto i no et veig

Quan al matí em desperto i no et veig

 

Quan al matí em desperto i no et veig

 

quan-al-mati-em-desperto-i-no-et-veig.doc

Avui m’he despertat

Avui m’he despertat

Avui m’he despertat

Avui m’he despertat amb la tristesa al meu costat

Recordava els dies que omplies de llum els meus ulls

Se’m trenca el cor quan les paraules es volen trobar i no es pot

Se’m trenca l’ànima quan desitgem veure’ns i és no

Se’m trenca tot!

Veus! Ja ha arribat l’amor

Carregat de tot: alegria i dolor

No em puc quedar amb l’alegria

No puc suportar el dolor

Per això, et vull a tu

que estàs en el meu cor.

Corrido Phohibido. El cocalero

Andy y Lucas. Quiéreme

Violadores del verso